frases Tribulaciones de un tortufriki: 2018

jueves, 19 de julio de 2018

La amistad está sobrevalorada. Decimoquinta parte.

Después de un par de años sin pasarme por aquí, no encuentro otro sitio para desahogarme...

Llega un momento en la vida en el que te das cuenta de que todo es una gran mentira. Los "estaré para siempre", los "nunca te fallaré", los "nada va a cambiar entre nosotros" no valen una mierda. 

Ya pueden durar una tarde, un año, media vida que siempre llega ese día en el que ya no le sirves a alguien y se va. Te deja hecho una puta mierda en el que no ves el futuro sin hablar con ese alguien, sin poder volver a abrazar a ese alguien, a ver su sonrisa, a escuchar como se ríe, a ver como está dormida en el asiento del copiloto en tu coche...

Y no  tienes a nadie a quién contar esas mierdas mentales y recibir un abrazo cálido porque era a ella a la que se las contabas, y escuchabas las suyas y, aún sin tener ninguna solución, el simple hecho de tener a esa persona amiga a tu lado hacía que todo se diluyese, que ya no existieran problemas dentro de esa burbuja. Esa burbuja que sólo era vuestra. Porque era una amistad tan fuerte, un sentimiento tan puro y resistente, que nadie más podía entrar ni entenderlo.

Pero llega ese día en el que explota esa burbuja. Y no sabes el motivo. Sin llamada, sin mensaje. Simplemente se ha ido, ya no está. Ni los viajes, ni las risas, ni las sonrisas, ni los abrazos, ni las conversaciones. Sólo eres una página más de su historia. Y ni siquiera eres importante, porque sino, no se hubiera ido así. 
En una semana ya no hay nudo en la garganta, en dos semanas sólo te recuerda cuando pasa por la heladería a la que ibais juntos y que ahora se llevará a más gente, en tres semanas está tirando los recuerdos a la basura y en un mes no eres absolutamente nada. Ni siquiera un recuerdo que le saca una sonrisa de vez en cuando mientras piensa que algo valió la pena. 

Y tú te quedas solo. Perdido. Dàndole vueltas a los planes que alguna vez hablasteis de hacer juntos. Viajar, cocinar, haber deseado que vuestros perros se llevasen bien para poder pasear juntos también en ese momento.

Y con quién te intentas desahogar? En ese momento piensas en tus otros amigos. Con cuál de todos puedes llorar sin temor? Quién no te juzgaría. Quién no juzgaría a la otra persona? Y eso tampoco puedes soportarlo, porque aún la quieres...

Abres las distintas APPs para borrar todas las conversaciones, pero echas la pantalla hacia arriba y lees cosas de cuando todo iba bien y os queríais. Y te rompes algo más de lo que ya lo estabas. Porque te rompes del todo. Y te entra miedo. Si esto ha fallado, que no puede fallar ahora? Si algo que era tan fuerte, bonito y te daba la vida puede desaparecer en una noche, que te queda con la suficiente confianza para que no te dé miedo avanzar?

Y eso se nota. La gente que te conoce sabe que algo pasa. Y te preguntan. Y no sabes qué decir porque no sabes el motivo por el que pasó. Sólo notas que te han arrancado algo de ti. Un trozo de corazón, de alma, de vida, de historia... 

Pero no puedes desaparecer. Dónde te irías? Da igual todo, porque esa persona sigue siendo parte de ti... En cada uno de los miles de trozos en los que te rompiste hay un recuerdo suyo. Y siempre estará dentro de ti. En tu cerebro, en tu corazón, en tu estómago. Luego piensas en esa persona. Cómo estará? Lo pasará igual de mal? Solamente es un consuelo de idiotas. Porque sabes que ella está bien. Esta noche se irá de fiesta con las amigas, con la pareja. Lo tenía asumido y pensado. Pero no piensas que sea mala persona, en absoluto. Es una etapa en la vida. Unos vienen, otros se van. Es la ley. Y te ha tocado a ti.

Ansiedad, lágrimas, temblores. Eso no se pasa en una tarde. No se asimila en meses. El cerebro se encargará de recordarte que la quisiste a morir y que ya nunca más volverás a sentir algo así. Porque para qué volverte a abrir a nadie después de esto? 

La pelea entre saber qué sentimiento es el dominante. Si la rabia, el enfado o la decepción. Y eso es lo peor. No saber cómo sentirte. Deseas que gane la rabia, porque es temporal. Y si vuelve a tu vida? Cómo se reacciona en ese momento? Porque lo único que quieres es que te hable. Que te diga que todo fue un error, que nada ha cambiado entre vosotros. Pero si gana la decepción ya nada importa luego. Porque eso no se arregla, no se cura, no caduca... Puedes querer a esa persona durante el resto de tu vida, que siempre brotará ese sentimiento de decepción cuando se fuerce el estar juntos como antes. Aunque se haya restablecido la misma relación, siempre estará ahí el miedo de, si pudo hacerlo una vez, qué impide que lo haga dos veces?

Solamente somos etapas y piezas que un día sobrarán...

Qué debo hacer yo? La sigo queriendo en mi vida...................